sábado, 11 de octubre de 2014

SIRIA



Fronteras Turquía al norte, Jordania al sur, Iraq al este, Líbano y Mar Mediterráneo al oeste e Israel al suroeste.

Superficie  185.180 km2

Población 17.000.000 habitantes aproximadamente.

Idioma oficial es el árabe. El francés y el inglés se utilizan en la mayoría de los alojamientos.

Diferencia horaria respecto a la Península es de una hora más.

Moneda nacional es la libra Siria (SYP); 100 piastras; 1 SYP = 0.024 euros aproximadamente.
Se recomienda llevar dólares o euros en metálico, ya que cambiar divisas es complicado lejos de la capital. Tarjetas de crédito reconocidas en los hoteles, pero su uso no está muy extendido.

Clima mediterráneo en la costa, con veranos calurosos e inviernos suaves, y continental seco, con noches frescas durante todo el año en el interior.

Las mejores épocas para viajar son la primavera y el otoño porque las temperaturas son más suaves –en verano el termómetro alcanza los 45ºC–. Conviene evitar la visita a las ruinas de Palmira durante las horas de más insolación (de 13 a 16 h).

Religión 75% musulmanes sunnies, 15% chiitas y 10% cristianos. También drusos, secta del sur del país.

Régimen político República desde 1963.

Visado turístico es imprescindible para entrar en Siria. Para ciudadanos españoles validez mínima de 6 meses .Tiene vigencia para 15 días y se solicita en la embajada Siria en España. No se permite la entrada a ningún viajero que en su pasaporte se muestre que haya viajado a Israel y/o que indiquen cruces fronterizos entre Israel y Jordania o Israel/Egipto o de fronteras limítrofes de terceros países.

Equipaje Son imprescindibles las gafas de sol, la crema solar, repelente contra mosquitos y una gorra o sombrero. Calzado cómodo y resistente. Prendas de algodón ligeras y algún jersey para las noches, no es aconsejable para las mujeres utilizar prendas cortas o ajustadas. Si desean bañarse en playas públicas o piscinas, imprescindible bañador completo. Para entrar en las mezquitas o los templos, se requiere llevar los hombros y las piernas cubiertas y pañuelo para la cabeza. Incluir artículos básicos y medicamentos difíciles de encontrar en destino a pesar de lo numerosas que son las farmacias.

No hay ninguna vacuna obligatoria, pero se recomienda llevar un botiquín con medicamentos básicos y consumir bebidas embotelladas. Existen hospitales oficiales y clínicas privadas que hacen de Siria en país mejor equipado de todo Oriente Medio en materia de salud.

Cómo llegar El aeropuerto de Damasco –situado a 30 km de distancia de la capital– está conectado diariamente con un gran número de aeropuertos europeos. Desde nuestro país, los vuelos directos a Damasco parten de Madrid y Barcelona. Una eficiente red de autobuses comunica el aeropuerto con las principales ciudades sirias.

Cómo moverse Hay servicios regulares de autobuses que enlazan las principales ciudades de Siria, incluida Palmira. No es aconsejable viajar de Damasco a Palmira en un coche de alquiler, porque es bastante caro y es fácil perderse en el desierto. Resulta más cómodo contratar un coche con guía, ya sea en el propio hotel o a través de alguna agencia local (www.ur-travel.com/es/).

Alojamiento Las habitaciones de los hoteles son de categoría estándar. Para visitar las ruinas de Palmira es aconsejable alojarse en Tadmor, a 3 km de las ruinas, posee una variada oferta de alojamiento, desde hoteles de cuatro estrellas a modestos hostales. En los hoteles de categoría superior generalmente es posible entenderse en otro idioma que el árabe, ofrecen más servicios de excursiones y los precios son asequibles. Si se quiere coincidir con la celebración del Festival del Desierto, a principios de mayo, es mejor reservar el alojamiento (http://www.syriatourism.org/).

Gastronomía entre los platos más conocidos se encuentran kibbeh (carne de cordero picada y trigo molido), meshwi (pinchos de carne a la parrilla), hummus (crema de garbanzos) y tabbuleh (ensalada de trigo y perejil picado).

Compras sedas, brocados, alfombras, objetos de cobre, cestería, cerámica, vidrio y joyería en plata antigua.

Propinas no están incluidas. Es una costumbre habitual e imperativa en el sector turístico. 10% en los restaurantes para los camareros. Para el guía o el chofer es de 3.5 USD, por persona y día.

SIRIA, LA LEYENDA DE DAMASCO

Entre el Mediterráneo y el Éufrates, se extiende este bello país lleno de ciudades históricas, escarpadas montañas, verdes praderas y vastos desiertos. El cruce de culturas y la herencia histórica hacen de este país, una tierra de misterios por descubrir. Siria es un país en ruinas esparcidas por todo el territorio: numerosas murallas, castillos abandonados, teatros tambaleantes y fortalezas derruidas. Siria se erigió bajo el dominio de constructores de imperios llegados desde Roma, Persia, Egipto, Turquía y Babilonia, dejando todos ellos su huella arquitectónica. Las reliquias de la Palmira romana constituyen uno de los yacimientos arqueológicos más importantes; además, Siria presume de albergar una de las ciudades habitadas más antiguas, el castillo de los cruzados más valerosos, el teatro romano mejor conservado y el monumento al mártir más ridículo.

Damasco
Damasco, la ciudad más antigua del mundo, la reina de las aguas, la de los cielos benignos, la esmeralda del desierto como ha sido llamada desde la antigüedad, fue fundada hace cuatro mil años sobre el Guta, un oasis de dos ríos, el Barada y el Aawah. Damasco tal vez constituya la urbe poblada más antigua del mundo, ya en el año 5000 a.C., existía un emplazamiento habitado en el lugar. En la actualidad, sus misteriosos bazares orientales y el refinado encanto de algunos de los monumentos más importantes del islamismo, conforman buena parte de su fascinante legado. Su casco antiguo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Principales lugares históricos y religiosos: Gran mezquita de los Omeyas, el Palacio Azem, la capilla de Ananías, la Vía Recta, la ventana de San Pablo, la Puerta Este y la Puerta de Tomás. Zoco de Hamidiyé,

Palmira
La ciudad mágica de la reina Zenobia, cuyas piedras adquieren diferentes tonalidades según la hora del día, considerado uno de los emplazamientos más bellos del mundo las fantásticas ruinas de Palmira fueron descubiertas a finales del siglo XVII por dos comerciantes ingleses residentes en Aleppo y hasta casi dos siglos y medio después, no se iniciaron los trabajos de recuperación de una manera sistemática. Durante los siglos de abandono Palmira albergó a comunidades de beduinos que se cobijaron entre sus ruinas. Visitar Palmira es un goce: no te obliga a atisbar entre ruidosos turistas agrupados en paquetes turísticos para contemplar las ruinas ya que la urbe está ubicada en un lugar remoto, a 150 km del río Orontes por el Oeste y a 200 km del Éufrates en el Este. En Palmira, abundan las ruinas por las que deambular.

Visita a las ruinas de Palmira
El área de las ruinas de Palmira ocupa unos 6 km2 de superficie. Se puede acceder desde Tadmor mediante taxi, microbuses e incluso camello, transportes que pueden contratarse en el mismo hotel. Antes de recorrer Palmira se recomienda una visita al Museo Arqueológico de Tadmor para introducirnos en la historia de Palmira, comprar la entrada al valle de las Tumbas y al templo de Bel, o contratar a un guía.
El Templo de Bel (siglo I a.C.-II d.C) es el primer monumento que se visita; se halla en muy buen estado de conservación. A continuación, se pasa bajo el arco monumental que antecede la Vía Columnada. Esta avenida porticada era el eje central de la ciudad, tiene 1.200 metros de longitud y está flanqueada por más de 200 columnas. En sus costados se ven los restos del Teatro, el Ágora, el Senado, varios templos y algunas viviendas, con mosaicos y un patio central.
El valle de las tumbas. La necrópolis de Palmira se sitúa al oeste de las ruinas. Se accede a pie pero hay que comprar previamente la entrada en el Museo Arqueológico de Tadmor. Entre los diversos tipos de edificaciones, destaca la torre de Elahbel, con una rica decoración interior, las paredes llenas de nichos con los bustos de los difuntos. Otra construcción interesante es la tumba subterránea de los Tres Hermanos, que contiene más de 400 nichos y sus paredes están decoradas con frescos.
Fortalezas árabes. Desde las ruinas de Palmira se avista el castillo árabe de Qala'at Ibn Maan (siglo XVII), situado en una colina. Ofrece vistas espectaculares sobre las ruinas. Se puede llegar a pie en 45 minutos o en taxi desde Tadmor. Algo más alejados, se ubican dos impresionantes castillos: Qasr Al-Hir Gharbi, 45 km al suroeste de Palmira (siglo VIII) y Qasr al-Hir al-Sharqi, (siglo VII), 110 km al noreste. Conviene visitarlos con un guía.
Experiencia beduina
Otra manera de conocer el desierto sirio es a través de sus habitantes, durmiendo en confortables tiendas beduinas (www.zenobiacamp.com). En el Museo Etnológico Beduino, próximo al templo de Bel, se explica la vida y las tradiciones de este pueblo del desierto.
Festivales en las ruinas Durante el Palmyra Desert Festival, en el mes de mayo, se organizan carreras de caballos y camellos, y espectáculos de música y danza en el Teatro de Palmira. El Silk Road Festival, en septiembre, se celebra en varias ciudades sirias, entre ellas, Palmira.
Más información Embajada y Oficina de Turismo de Siria: Pza. Platerías Martínez, 1 (Madrid). Web: www.syriatourism.com.
Embajada de España en Siria: Shafi Street. E-mails: spainemda@net.sy / embespsy@mail.mae.es.

Dura Europos. Ciudad fortificada fundada por los griegos a orillas del río Éufrates.

Mari. Ciudad mesopotámica fundada hace más de 6000 años, antigua capital de uno de los reinos más antiguos del mundo.

Poblados beduinos. La Siria más desconocida donde podemos conocer alguno de los poblados de casas de adobe habitados por las tribus nómadas donde se ve el sistema de vida sedentaria más sencillo y primitivo de cuantos se conservan en Siria. Aquí la vida transcurre como lo ha venido haciendo durante siglos. Aunque hayan cambiado su medio de transporte del camello a la camioneta, la hospitalidad de estos nómadas sigue siendo la misma.

En el rio Éufrates Lago Assad, donde nos bañaremos en el río de la primera civilización.

Russafah, ciudad fantasma de la época bizantina y medieval construida a las puertas del desierto

Halabiyya. Antigua fortificación romana con vistas al río Éufrates. Destaca por el perfecto estado de sus murallas, los baños, la ciudadela y las puertas norte y sur.

Aleppo.
Conocida como Halab por sus habitantes, Aleppo es la segunda ciudad de Siria en tamaño y desde tiempos romanos, un importante centro comercial. Con sus fascinantes zocos cubiertos, su ciudadela, sus museos, como el Museo Nacional y sus caravasares, apetece invariablemente pasar unos días en su seno. La ciudadela domina la urbe en el extremo oriental de los zocos, y el foso cuenta con un puente, en la zona sur, que conduce a la puerta fortificada del siglo XII. En el interior, la mayor parte de la fortaleza se halla en ruinas, aunque en la sala del trono, sobre la entrada, se ha efectuado una generosa restauración. Los únicos edificios de la ciudadela original que quedan en pie son una pequeña mezquita del siglo XII y la gran mezquita del siglo XIII. Los fabulosos zocos cubiertos con sus más de 20.000 comercios, constituyen uno de sus principales atractivos. Sus laberintos se extienden por varias hectáreas, y al situarse bajo el techo de piedra abovedado, aparece la sensación de estar viajando repentinamente a otro mundo. Hay que dejarse sumergir en los dulces aromas de los cardamomos y los clavos. El Bimaristan Arghun: uno de los edificios más bellos de Alepo con una serie de estrechos y claustrofóbicos pasadizos usado antiguamente como manicomio para perturbados peligrosos.

Sergilia. Una de la 300 ciudades muertas del norte, que datan del siglo VI a de C.

Afamia. Ciudad helenística de las 1.000 columnas.

Hama. Norias sobre el rio Orontes. Una de las ciudades más románticas de Siria.

Cruzando la cadena montañosa de la costa, llegamos al Castillo de Saladino. Fortaleza de la época de las cruzadas.

Ugarit. En la carretera de la costa. Ciudad fenicia donde se inventó el primer alfabeto del mundo.

Latakia. A orillas del Mediterráneo.

Marqab. Castillo construido en piedra basáltica negra, bellas vistas del Mediterráneo.

Tartus. Antigua Tortosa, catedral gótica.

 “Valle de los Cristianos”, donde se puede visitar el Monasterio de San Jorge, sus salas subterráneas y el iconostasio.

Krak de los Caballeros
Esta fabulosa fortaleza de los cruzados posee prácticamente la misma apariencia que hace ochocientos años. El Krak de los Caballeros custodiaba el único paso importante entre Antakya (Antioquia), en Turquía, y Beirut, en Líbano. El castillo se divide en dos partes: una muralla exterior con trece torres, una muralla interior y una torre del homenaje. Ambas murallas están separadas por un foso, actualmente lleno de agua estancada, que se utilizaba para llenar los baños y abrevar a los caballos. Debe atravesarse la entrada principal, una imponente reja
en el muro de 5 m de espesor, pasar las torres que defendían el castillo hasta llegar a un patio. Un corredor cubierto de delicadas tallas conduce a una sala abovedada, donde se puede contemplar un horno antiguo, un pozo y varias letrinas. La capilla de la fortaleza se transformó en mezquita cuando el sultán Baibar asumió el control de la zona; aún es posible admirar el púlpito.

Homs
Ciudad industrial situada junto al río Orontes, 140 km al norte de Damasco (Siria), que es también un importante centro carretero y ferroviario. Las industrias de la ciudad comprenden refinamiento de petróleo, procesamiento de remolacha azucarera, textiles, joyería y obras metalúrgicas. En tiempos antiguos Homs (entonces llamada Emesa) fue famosa por el culto a Baal, dios del sol; aquí nació el emperador romano Heliogábalo en 204 d.C. La Iglesia de San Elian conmemora a un gobernador romano de Emesa que llegó a ser mártir cristiano. Actualmente hay numerosas iglesias para la comunidad cristiana, y en 1957 se descubrieron varias catacumbas (antiguas cámaras mortuorias subterráneas de los cristianos). El monumento más interesante de la ciudad es la tumba de Khaled Ibn Al-Walid, el guerrero que introdujo la religión islámica en Siria en 636 d.C.

Cerca de Homs se encuentra un sitio aún más antiguo: Kadesh, escenario de una batalla en 1288 a.C., librada entre los hititas y los egipcios. Su población es de 414.401

Bosra. Capital de la provincia romana de Arabia, impresionante anfiteatro, con cabida para 15.000 personas está considerado como el mejor conservado del mundo.
Shahba. Única ciudad de Siria íntegramente construida por los romanos. La “Filipópolis”, fundada en el año 244 d C por Marco Julio Filipo “el Árabe”, quien la lleno de palacios, teatros y termas.

Ma’aloula. En esta ciudad se habla todavía el arameo, la lengua de Cristo. Monasterio de San Sergio, de culto greco-católico.



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